Bailando con el diablo (Cazadores Oscuros 4)
Um þessa rafbók
Zarek no confía en nadie, a veces ni siquera en sí mismo; tan solo cree en su habilidad para eliminar a quien se interponga en su camino. En vida sufrió el tormento de la esclavitud; con los Cazadores Oscuros, el del destierro y la desconfianza.
Sin embargo, sobre él se cierne ahora la condena definitiva. Todo su destino queda en manos de una sola persona, juez único de su existencia. Y es a ella, Astrid, a quien Zarek finalmente abre una puerta que creía haber cerrado para siempre.
Con su serie de los Cazadores Oscuros, la escritora Sherrilyn Kenyon ha revolucionado el género de la novela romántica. Sus historias están llenas de acción, peligro, ingenio, ternura, pasión y amor. Los protagonistas, héroes inmortales, fuertes y con un lado muy oscuro, cobran auténtica vida. Sin duda, Kenyon ha creado un universo cautivador, singular y único, que día a día gana nuevos lectores.
Einkunnir og umsagnir
Um höfundinn
Sherrilyn Kenyon se ha convertido en fenómeno internacional gracias a su serie «Cazadores Oscuros», con más de dieciocho millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Cada nueva entrega de esta saga escala hasta el primer puesto de las listas de los libros más vendidos de The New York Times, Publishers Weekly y USA Today.
Con los «Cazadores Oscuros», Kenyon ha creado un universo mítico, cautivador, singular y, sobre todo, único. Sus protagonistas son héroes y dioses de otros tiempos condenados a la inmortalidad y a una existencia peligrosa en nuestra época, donde tienen que proteger a los mortales de los demonios y las criaturas que les acechan. Atormentados por el pasado, solo un amor puro puede devolverles aquello que creían perdido para siempre: su humanidad. Sus historias, llenas de acción, riesgo y sensualidad, ganan día a día nuevos lectores.
Sherrilyn Kenyon vive en las afueras de Nashville. Conoce bien a los hombres: creció entre ocho hermanos, está casada y tiene tres hijos varones. Para combatir el exceso de testosterona a su alrededor cuenta con la mejor arma: el sentido del humor.
