Se trata de sobrevivir en un mundo hostil; para triunfar son necesarias las relaciones; por tanto, hay que saber fingir y a la vez, adivinar las maniobras del prójimo.
Las advertencias de muchos de sus aforismos son consejos que resultan sorprendentemente modernos: pensar positivamente, utilizar las propias capacidades, cuidar al máximo las relaciones, distribuir bien nuestro tiempo, entre muchas recomendaciones para los tiempos actuales. Entre todas las virtudes, la más importante es la prudencia; nos dice que la prudencia nos facilitará ser dueños de nosotros mismos, el conocimiento y el autoconocimiento, y, finalmente, el darnos a conocer, es decir, el manejo de las relaciones interpersonales.
Edición y prólogo de Guillermo Suazo Pascual.