Naturaleza y arte, inteligencia y actividad práctica («genio e ingenio») son cualidades esenciales para toda persona que, a pesar de afirmarse por lo que es, conoce los límites y los respeta y no sacrifica a los demás para su propio beneficio.
El Discreto presenta divergencias importantes respecto a sus libros anteriores. En cuanto al contenido, el protagonista ya no es un hombre excepcional, como sucedía en su obra precedente El Héroe. Ahora se trata de un hombre prudente, que necesita muchas cualidades para desenvolverse en sociedad.
A diferencia de El héroe que aspiraba a la formación del perfecto hombre de estado, aquí Gracián explica por partes los aspectos típicos, singulares y eminentes, que son propios del hombre de mundo cuando sabe realizarse en sociedad.