La historia del arte de vanguardia no puede entenderse sin el alemán Carl Einstein (1885-1940), quizá el crítico más influyente del arte del nuevo siglo. Ligado a Dadá, al Expresionismo (en cuya revista Die Aktion publicó algunos de sus textos más importantes), primer teórico del Cubismo como movimiento autónomo e introductor del arte africano, del que es fruto La escultura negra, de 1914, sus inquietudes estéticas lo llevaron a diferentes campos, donde también ejerció una notable influencia. En la literatura, con la exquisita Bebuquin (1911); en la antropología, con la fundación en 1932 de la mítica revista Documents, junto a Georges Bataille y Michel Leiris; en el cine, con el guión de la primera película neorrealista, Toni, dirigida por Jean Renoir en 1935, y en la política, donde siempre ejerció activamente su militancia, como voluntario en la Guerra Civil española. Ante la imposibilidad de huir de la Francia ocupada, se suicidó en la frontera pirenaica el 5 de julio de 1940.