Lo último que necesitaba aquella Nochebuena la comadrona Joanna Blake era volver a encontrarse con el guapísimo doctor Rio Madrid, cuya invitación estaba a punto de aceptar.
En cuanto sus labios se rozaron, Rio se sintió perdido en un torbellino de sensualidad. Sabía que ofrecerle su casa a aquella encantadora madre soltera era lo mismo que buscarse problemas deliberadamente. Además, ella no tardaría en darse cuenta de que no era ningún príncipe encantado, sino un tipo solitario sin tiempo para el amor...