A través de una correspondencia entre dos amigos, el lector de Buda Blues ingresa en un submundo desconocido: los anarcoprimitivistas, los escuadronesde anarquistas contemporáneos que se enfrentan al sistema capitalista con bates de béisbol en la mano y que saben que no hay progreso, que no mejoraremos, que no vamos hacia adelante sino hacia la prehistoria. Y ellos se enteran también de que el precursor de este movimiento es un antiguoterrorista que está preso: el Unabomber, ese profesor de matemáticas al que capturaron mientras vivía como un ermitaño en una granja de Montana. Los dos protagonistas, Vicente y Sebastián, descenderán a los infi ernos para purificar fuerzas oscuras que los dominan, y poco a poco irán encontrando la salida gracias a ciertas claves que se van tomando la novela: el budismo zen, por un lado, y por el otro, la habilidad para transformar el sufrimiento en un canto de vida, es decir, la resiliencia, la capacidad para imponer la jovialidad por encima de toda pena y todo dolor. Esa fuerza secreta que está también en el blues de los esclavos negros y que ahora, en tiempos tan aciagos como los que estamos viviendo, necesitamos con urgencia. De este modo, la novela de Mendoza nos traza una posible ruta para vencer la adversidad: vacío zen y canto de vitalidad. Buda Blues.