La infancia nómada de Charity le hacía desear establecerse en un lugar donde poder echar raíces, y en Fool’s Gold encontró lo que buscaba. Inmediatamente se enamoró de todo lo que la pequeña ciudad de cuento le ofrecía; de todo, excepto de su más sexy y famoso residente, el antiguo ciclista campeón del mundo Josh Golden. Con la larga lista de desastres amorosos que Charity tenía a sus espaldas, no estaba dispuesta a arriesgarse a salir con otro chico malo, ni siquiera aunque todo el mundo pensara que era perfecto tal y como era. Pero tal vez eso era justo lo que él necesitaba: alguien que supiera encontrarle defectos. Alguien que supiera que él sólo buscaba la perfección.