Jake niega su atracción hacia el dulce y torpe Parker, hasta que le es imposible ignorar la necesidad de hacer algo al respecto. El problema es que Parker lo sabe todo acerca de sus hábitos libertinos, ah, y por supuesto, no es gay. O por lo menos eso es lo que Jake piensa hasta que una serie de eventos relacionados, le proporciona una nueva perspectiva alentadora. ¿Podrá convencer a Parker de pasar por alto su pasado colorido para darle una oportunidad? ¿O esta canción de amor se desvanecerá incluso antes de que comience?