Cuarto de la serie. Cuando el guapísimo Chance Demetrios la invitó al baile del año, Jennifer Labeaux se imaginó una velada mágica en la que se sentiría como Cenicienta. El reloj dio las doce y todavía estaba en los fuertes brazos del doctor, pero sabía que aquel donjuán no podría ser jamás el padre que necesitaba su hijita... y decidió dejarse de fantasías.
_x000D_Por primera vez en su vida, Chance estaba oyendo campanas de boda. Sin embargo, necesitaría algo más que un zapato de cristal para demostrarle a Jennifer el amor que sentía por ella, además de vencer la oposición de su dominante y rica familia.