El 24 de agosto de 1991 Ucrania dejaba de ser una República Socialista Soviética para convertirse en un Estado independiente; apenas tres días después ratificaba idéntico proceso su modesto vecino del Oeste, Moldavia. Ambos Estados nacían con graves problemas internos de índole económica, política y social, atravesados por problemas identitarios muy vinculados a un proceso de siglos de rusificación que en la práctica había continuado con la Unión Soviética. Si, por un lado, Ucrania conseguiría encauzar las aspiraciones independentistas de la rusificada península de Crimea al concederle un alto grado de autonomía –que después no iba a respetar– y, por otro, Moldavia haría lo mismo con los gagaúzos –un grupo no muy numeroso de procedencia túrquica y religión cristiana ortodoxa que se concentra en una pequeña zona del sur del país–, la historia de la estrecha franja que separa el río Dniéster de la frontera con Ucrania sería bien distinta. Aunque había formado parte la República Socialista Soviética de Moldavia, en 1990 Transnistria decidió unilateralmente apartarse del proceso de independencia moldavo y certificó su propia independencia de facto después de una breve pero sangrienta guerra con Moldavia en 1992.El libro que tiene entre sus manos el lector se divide en dos partes: la primera aborda la historia del conflicto transnistrio; la segunda analiza el devenir de Ucrania como país independiente y sus relaciones con Rusia y la Unión Europea. El hecho de unir ambas partes en un mismo volumen tiene, no obstante, la virtualidad de ofrecer una imagen más compleja y coherente de unos territorios que –no lo olvidemos– forman parte de la frontera Este de la Unión Europea. Al margen del importante papel desempeñado por Kiev en el conflicto de Transnistria y de la creciente importancia estratégica que otorga a esta zona la cada vez más expeditiva política exterior rusa, los recientes acontecimientos en Ucrania convierten a Transnistria en un referente a la hora de analizar hacia dónde puede dirigirse la situación ucraniana.