Decir lo que sentimos puede cambiar el rumbo de nuestras vidas. Jackson y su familia están atravesando un momento duro. No tienen dinero para pagar el alquiler. Tampoco abunda la comida. Tal vez, él, sus padres, su hermanita y su perra deban volver a vivir en la minivan. Otra vez. Cuando las cosas parecen ponerse realmente mal, Jackson recibe una visita inesperada: Crenshaw, su amigo imaginario. Aun cuando él se resiste a creer en esas cosas, Crenshaw parece estar dispuesto a ayudarlo. ¿A qué? A hacer eso que le es tan difícil: expresar lo que siente. "En esta emotiva novela se muestra cómo la resiliencia creativa de la mente de un niño puede suavizar situaciones difíciles, mientras se exploran los límites entre la imaginación y la verdad". –Publishers Weekly