Por esto mismo, actualmente no se puede entender el diseño más que como algo procesual y no como un proyecto ligado a un objeto terminado, con independencia de sus condiciones de producción y como si el usuario fuera algo ajeno a todo el desarrollo. Asimismo, concebir unas formas de trabajo en las que la interdisciplinaridad y la experiencia de grupo no sean meras retóricas, sino la verdadera esencia de las dinámicas dentro de este nuevo paradigma, se tornan fundamentales para volver a pensar el papel central del diseño en estos momentos. Es por ello que también se vuelve necesario reflexionar sobre las especificidades del diseño como disciplina y sus potencialidades como medio de comunicación y de construcción social.
Todo esto conforma este número 4 de los Cuadernos de Diseño, que se entrega a pensar este ámbito de creación y acción que es el diseño de procesos, con el fin de identificar cuáles serán las condiciones para habitar el mundo en los próximos años y cuál debería ser nuestra posición frente al mismo.