Las narraciones que forman el repertorio de Cuentos trágicos (1912) muestran, por un lado, crímenes, robos, asesinatos o trampas mortales, y, por otro, el interés de Pardo Bazán por el misterio y el suspense, con los que la escritora provoca en sus cuentos una inquietud tremenda en el lector, anunciando además en muchos de ellos una muerte trágica final.
No es sorprendente que la autora gallega opte por reflejar un mundo misterioso, enigmático y mágico. Ese interés se relaciona, por un lado, con su preocupación por la psicología (ciencia que cobra especial importancia a finales del siglo XIX), y que en la escritura de doña Emilia se refleja principalmente desde 1890 y, por otro, con la percepción de los nuevos problemas sociales, que conllevan por ejemplo a la creación de las secciones criminales de la policía. Resulta imprescindible referir de qué manera Pardo Bazán empezó a cultivar el género policiaco, en estos Cuentos trágicos, así como sus opiniones sobre este nuevo género narrativo que nació a mediados del siglo XIX.
Beletristika i književnost