LA SEDUCCIÃN NOS HA ACOMPAÃADO desde siempre, como prÃĄctica y como teorÃa que sobrepasa con mucho la esfera del erotismo y en cuyas representaciones histÃŗricas podemos leer un fragmento de lo que somos, un capÃtulo de nuestra antropologÃa cultural. A ello nos invitan los ensayos recogidos en este volumen, explorando las mÃēltiples acepciones del concepto de seducciÃŗn segÃēn los distintos regÃmenes de discurso y formas de saber en los que se inscribe. Para la religiÃŗn, la seducciÃŗn opera como un sinÃŗnimo del ÂĢpecadoÂģ; para la retÃŗrica, de la ÂĢpersuasiÃŗnÂģ; para la semiÃŗtica, de la ÂĢmanipulaciÃŗnÂģ; para las ciencias polÃticas, del ÂĢpoderÂģ; para la psicologÃa, del ÂĢnarcisismoÂģ; para la filosofÃa y las ciencias sociales, del ÂĢdominioÂģ o de la ÂĢviolencia simbÃŗlicaÂģ. Junto a la marca negativa que porta el tÊrmino, asociado tradicionalmente con las nociones de engaÃąo, de trastorno, de error, de incumplimiento del deber, de culpa o de desvÃo de la norma, sale a relucir una segunda vertiente opuesta de su significado, lÃēdica y hedonista, dÊbil y minoritaria hasta hace poco, pero tan antigua como la primera, y no menos reveladora. TambiÊn a esta segunda versiÃŗn, liberal y liberada, de la seducciÃŗn se le ha seguido aquà el rastro, desde sus primeras manifestaciones en la antigÃŧedad greco-latina hasta su omnipresencia actual como sÃntoma cultural de las sociedades multimediÃĄticas y globalizadas del capitalismo tardÃo.