Este libro fascinante e inolvidable es el relato, a la vez imaginario, real y cultural, de un viaje a las Azores, en pos de los últimos balleneros, de las escasas ballenas supervivientes. Pero aunque los paisajes puedan recordar a Melville y Conrad, el autor nos advierte ya en el prólogo que no esperemos el habitual libro de viajes. Relatos breves, fragmentos, transcripciones y apéndices componen Dama de Porto Pim, un libro de frontera, un bellísimo artefacto literario de estructura tan dispar como profundamente unitaria. Una complicada historia de amor que se adivina abocada al fracaso es el tema de «Pequeñas ballenas azules que pasean por las Azores»: fragmento de una conversación, mutilada de prólogo y epílogo, captada por el indiscreto autor en el puente de una nave. Otro texto es la microbiografía del poeta del siglo XIX Antero de Quental, que desvela en escasas pero intensísimas páginas la dimensión de un gran artífice de sonetos que, náufrago en el mundo, descubre la existencia de la nada y se suicida. «Dama de Porto Pim» es un relato que Tabucchi, este espléndido ladrón de historias, ha «robado» a un ex ballenero, convertido en cantante en locales nocturnos para turistas norteamericanos; es la narración de un amor total, apasionado y violento, la historia de una doble traición que culmina en un final ensangrentado. En estos ámbitos en los que se mueve Tabucchi conviven verdad y alusión, realidad y metáfora. Concretas y visibles son las ballenas, pero también poderosos arquetipos que atraviesan leyendas y literatura; ciertas y evidentes son las borrascas, pero los naufragios son, sobre todo, aquellos de aventuras inconclusas, historias imposibles, existencias destrozadas. «Un libro que nace del cruce entre un viaje real a las Azores con grumos de memoria literaria extraordinariamente ricos de espesor evocativo... Un spleen sutil, una calculadísima melancolía acompaña a la escritura y la corrobora, una astringente ironía implícita la corroe» (Paolo Mauri, La Reppublica). «Uno de los narradores italianos más originales. Sus textos son auténticas joyas de un arte de relatar entre lo maravilloso y el realismo más minucioso» (Nico Orengo, La Stampa).