Maxwell Bennett necesitaba dinero... ¡y rápido! Por eso se alegró tanto al enterarse de que había heredado un rancho en Nevada... hasta que descubrió que el rancho era en realidad un burdel habitado por mujeres de más de sesenta años. De pronto el guapo playboy de Boston se dio cuenta de que, por primera vez en su vida, tenía más mujeres de las que deseaba. Aunque había una en la que sí estaba interesado, la bella Abby Cunningham, la próxima alcaldesa de la ciudad. El problema era que ella no quería tener nada que ver con el rancho, ni con su propietario...