La presencia del venezolano Simón Bolívar en territorio granadino articuló esfuerzos y logro unidad de pensamientos y acciones para la independencia de parte de las colonias españolas en Latinoamérica, pero al mismo tiempo se convirtió en caldo de cultiva para los enfrentamientos fratricidas entre liberales y conservadores.
Producto de estas divisiones, vinieron nuevas guerras civiles y cada una de ellas terminó con ajustes a las constituciones de turno, y las más grave de ellas con la pérdida del Istmo de Panamá en 1903, por traición de los dirigentes políticos de ese departamento y la ineptitud del presidente Marroquín y su congreso de la república.
No obstante el partido conservador continuó en el poder hasta 1930, cuando subió al poder el liberal Enrique Olaya Herrera, y las tensiones entre liberales y conservadores siguieron en dife-rentes regiones del país.
En 1948 fue asesinado en las calles de Bogotá el dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán, vio-lento suceso que motivó el resurgimiento de las guerrillas liberales, orientada y financiadas por los dirigentes nacionales de esa colectividad, a la par con el incremento de un periodo aciago de la historia de la república conocido como “La Violencia”
En la obra titulada Las Guerrillas del Llano, el autor Eduardo Franco Isaza, un rico hacen-dado liberal que hizo parte de las guerrillas liberales de la época 1948-1953, describe con lujo de detalles desde su óptica, como se desarrolló la rebelión armada contra el Estado, y la forma como las activas fuerzas revolucionarias fueron desarticuladas política y militarmente por el Estado colombiano, luego del golpe de Estado del general Gustavo Rojas Pinilla en 1953.
Leer esta obra es recorrer por los senderos de los orígenes de la historia de las guerrillas comunistas, algunas de ellas liberales cooptadas por el Partido Comunista Colombiano. Así mismo es conocer el punto de vista de las élites regionales agrícolas, acostumbradas hasta esa época a actuar como gamonales y dueños de la vida y del destino del campesinado.
Por razones académicas o políticas se puede estar en acuerdo o desacuerdo con algunos de los planteamientos del autor de este libro acerca de la violencia, pero lo cierto es que es una obra de obligatoria consulta dentro de los textos de su línea académica, pues es de los pocos documentos bien sustanciados que explican la visión de una de las partes en esa guerra tan cruel como inútil, entre los hijos de una misma nación.
Por su contenido este libro aporta luces a sociólogos, geopolitólogos, historiadores, analistas militares de las guerras de guerrillas y analistas del conflicto colombiano, pero además ilustra a lectores en general de la evolución política, social, militar y económica del país.
Esta rebelión liberal fue orientada desde Bogotá por Carlos Lleras Restrepo, presidente del Partido Liberal, mediante colectas para financiar el conflicto armado. Mientras tanto, los guerrilleros luchaban casi con las uñas –sin armas suficientes y en precarias condiciones de alimentación y salubridad– para contrarrestar los ataques del adversario que se replegaban en el amplio territorio bajo el ímpetu de los “chulavitas”, denominación proveniente de una vereda del municipio boyacense de Boavita, que se hizo célebre por salir de allí las hordas asesinas que causaron en el país innumerables estragos contra los campesinos liberales.
Este es un periodo de la historia colombiana al que le faltan muchas páginas por escribir, o publicar pues todavía quedan muchos documentos inéditos o sin la suficiente difusión respecto a estos hechos.
Eduardo Franco Isaza, nació en Sogamoso-Boyacá en 1920 en el seno de una prestigiosa familia y murió en Bogotá en 2009. Fue uno de los principales dirigentes guerrilleros del movimiento liberal que surgió en las llanuras de Casanare y Arauca Llano combatir contra el régimen conservador entre los años 1947 y 1953 cuando se produjo la mnistía del general Rojas Pinilla, pero Franco Iasaza se negó a aceptarla y por esta razón fue condenado a 24 años de cárcél, pero nunca pagó tal pena porque escapó hacia Venezuela donde tenía muchos contactos políticos, como ha sido usual con todos lo sgrupos guerrilleros a lo largo de la accidentada historia colombiana. todas las peripecias, angustias y horrores que representó aquella contienda histórica, una de las más demoledoras de Colombia.
Duurante ese exilio escribió el libro Las guerrillas del Llano que fue prohibido por los gobiernos colombianos de la época.
Franco Isaza vivió la misma época en la que fue famoso el guerrillero liberal Guadalupe Salcedo, y ambo shan sido considerados seguidores acérrimos de Jorge Eliécer Gaitán.