Alice no puede recordar un momento en el que no se haya considerado escritora. Ya con diez años escribió una obra de teatro y obligó a los niños del barrio a representarla ante sus padres cobrando 25 centavos la entrada. Escribir fue siempre la manera de filtrarse en la vida, y se convirtió en algo tan natural para ella como hablar. Ya adulta, se dedicó a su familia principalmente, aunque durante estos años escribió historias cortas y la primera la vendió en 1982. "Esto es el principio", pensó, sin saber que en un año iba a vender su segunda historia. En 1990, después de escribir más de dos docenas de historias cortas, decidió escribir una novela. Esto la amedrentaba porque era muy autodidacta, pero su falta de entrenamiento la compensó para superarse. Alice quiso escribir una novela romántica, pero con el alma, con personas reales. Vendió este libro, así como otros dieciocho más, principalmente de misterio y románticos, a una pequeña editorial. Escribía un promedio de cinco libros al año. En 1996, Alice comenzó a escribir libros para Harlequin. En todos sus libros hace una combina el amor y el sentimiento.