Cuando la madre de Eduardo muere, el duelo lo lleva a confinarse en sí mismo y a afianzar en él un hecho importante que sabía de ante mano: algún día perderemos lo que amamos, por lo tanto, el luto es algo ineludible para quien vive. La íntima historia de Eduardo, de su presente y su pasado, de su infancia y de su familia tendrán un alcance mucho más amplio cuando se cuestione lo que significa el amor, el perdón, la muerte y el duelo, y entienda que lo realmente importante en la vida es que nada es trascendental en ella, no obstante, no carece de sentido.