Ana tiene cuarenta y dos años, está sin pareja y su hijo adolescente se encuentra estudiando fuera del país. Su rol de madre ha cambiado y el trabajo no le proporciona las mismas satisfacciones... Hasta que Hernán Gelli llega a su vida. El joven contable de veintiocho años despierta en ella deseos inconfesables y una extraña inquietud. Animada por sus amigas, y con la excusa de recabar información para un artículo, Ana le hace una propuesta que la lleva a mantener tórridos encuentros en una habitación temática ambientada como una cárcel en el motel Séptimo Cielo.
Pero cuando ella se marcha a la costa en busca de un poco de paz para escribir el guion de su novela, algo comienza a cambiar. Muy cerca, en una finca llamada El Quinto Infierno, veranea Martín, el primo de Hernán. Una silla de ruedas no logró que desistiese en su empeño de ser feliz, y tampoco impedirá que Ana se sienta subyugada por su encanto.
En ese lugar coinciden los tres la última noche del verano, y un cúmulo de acontecimientos imprevistos hará que la culpa se enfrente al amor.
Igual que ocurrió diez años antes, dos hombres lucharán por el amor de una mujer.
Pero en esta ocasión la culpa llevará todas las de ganar.