El autor evoca imágenes y prácticas del mundo hipermoderno, lo mismo que de poblados indígenas, donde señala las formas de recuperar el tiempo, ya sea con la exhibición de la memoria popular en danzas y rituales, o con la restauración de castillos y palacios que sirven como puro espectáculo. La historia futura no dejará ruinas, pero sí escombros. Éstos tal vez se convertirán en canteras que nos darán la oportunidad de reconstruir el sentido del tiempo y, más allá de éste, la conciencia de la historia.
Es profesor de antropología y etnología de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales de París y director de investigación del CNRSS.