En pos de la fortuna: "Era Leonor una chiquilla de veinte años, atractiva, provocadora y bullanguera, con unas ganas locas de cazar a un millonario. Leonor no era lo que se dice una mujer bella. Tenía múltiples atractivos, y quizá armas más eficaces para cazar a un hombre y volverlo loco que si fuera auténticamente una belleza. Pero, además de ser atractiva, moderna y bonita, tenía una impetuosidad extremada, mezclándose a esta impetuosidad extremada, una buena dosis de positivismos. Ella había decidido casarse con un hombre rico y quizá llegara a lograrlo. Hasta la fecha, y tenía veinte años, no había localizado su objetivo, pero... según decía, el objetivo había aparecido ya, y le había sido presentado en la persona de Ernesto de las Heras y Pardel, marino de guerra, hijo único de un alto personaje y heredero de una fortuna incontable."