Su nuevo cliente era endiabladamente guapo, con un encanto devastadorâĻ y escondÃa algo. ÂŋPor quÊ si no iba a interesarse un hombre tan rico y poderoso como Cristo VerÃŗn por los servicios domÊsticos de Isabelle Browne? Sus sospechas se confirmaron cuando descubriÃŗ su verdadera razÃŗn para contratarla. Y, sin saber bien cÃŗmo, aceptÃŗ su ridÃcula proposiciÃŗn.
Cristo protegerÃa a su familia a cualquier coste, y mantener a Isabelle cerca de Êl era esencial para su plan. El primer paso era que ella representara el papel de su amante, pero no habÃa contado con que acabarÃa deseando convertir la simulaciÃŗn en realidad.