Irene Adler, una cantante de ópera de inusual belleza, coloca en una posición muy incómoda al príncipe de Bohemia amenazándolo con mostrar una fotografía que dejaría al descubierto la relación que han tenido. Sherlock Holmes y su fiel compañero, Watson, son contratados por la casa real para recuperar la peligrosa prueba y, de esta manera, poner a salvo el matrimonio que en pocos días unirá al príncipe con una princesa escandinava.