«Si los lectores de este volumen son tan amables como para dar su crédito a los diferentes lugares que conforman los recuerdos del autor, del autor en persona, quizá lleguen a visitarlos en su imaginación con un mayor deleite y con una comprensión más profunda de lo que deben esperar de ellos.
Sobre Italia se ha escrito una buena cantidad de libros, que abre muchos modos de acercamiento al estudio de la historia de un país tan interesante y a las múltiples asociaciones que conlleva. Haré muy pocas referencias a todo ese material y a las informaciones que aporta; mas sin verlo como una consecuencia necesaria del hecho de haber tenido que recurrir a ese almacén en beneficio propio, traeré aquí a colación sus contenidos más asequibles para ponerlos ante los ojos de mis lectores.
Tampoco se encontrarán entre estas páginas análisis serios sobre el gobierno o desgobierno de las diferentes áreas de este país. Nadie que visite esa tierra dejará de hacerse su propia idea acerca de esto.»
Así nos presenta el mismo Dickens este libro, resultado del viaje que realizó el autor inglés por aquellas tierras en 1844.
«Bicentenario del nacimiento de Charles Dickens»
Crítica
No hay idealización alguna en los textos de Dickens, no hay una ciega exaltación, sin embargo, Estampas de Italia son el más claro ejemplo del respeto hacia lo social y culturalmente distinto.
Revista de Letras
En los días actuales, Estampas de Italia es una buena lectura para aprender a viajar, a mirar al otro y, sobre todo, para conservar la esperanza, demasiadas veces perdida, de que es posible levantarse, cual ave fénix, de unas cenizas de las que nunca fuimos responsables.
Ana María Iglesia
Charles Dickens (Portsmouth, 1812-Gad’s Hill, 1870). Escritor británico. En 1822, su familia se trasladó de Kent a Londres, y dos años más tarde su padre fue encarcelado por deudas. El futuro escritor entró a trabajar entonces en una fábrica de calzados, donde conoció las duras condiciones de vida de las clases más humildes, a cuya denuncia dedicó gran parte de su obra. En 1827 se casó con Catherine Hogarth, hija del director del Morning Chronicle, el periódico que difundió, entre 1836 y 1837, Los papeles póstumos del Club Pickwick, así como los posteriores Oliver Twist y Nicholas Nickleby. La publicación por entregas de prácticamente todas sus novelas creó una relación especial con su público, sobre el cual llegó a ejercer una importante influencia, y en sus novelas se pronunció de manera más o menos directa sobre los asuntos de su tiempo.