Fuego en la nieve:
"—No las he visto. He salido a dar una vuelta alrededor de la cabaña y me la topé a usted tirada sobre la nieve. No he visto a nadie más, pero si lo prefiere saldré a dar una vuelta. Aunque le advierto que la ventisca arrecia y en estos lugares, cuando la ventisca arrecia, no se sabe cuándo puede amainar.
—Yo estaba en Saint-Moritz con mis amigas —explicó Della a media voz, asustada ante aquella soledad con aquel desconocido que decía llamarse Lionel Morrow—. Salimos en una excursión y formamos cola en el telesilla. Yo debí subir primero o tal vez después, no sé. El caso es que despierto ahora..., y no sé dónde me encuentro."