Se busca hombre fuerte, discreto y sensato para trabajar en una granja (abstenerse millonarios y playboys) Elisabeth Wheeler, camarera, con tres niños a su cargo y una granja familiar que dirigir, no quería volver a saber nada de tipos guapos y encantadores... aunque, como Henry Davenport, tuvieran una sonrisa capaz de caldear el más frío día de invierno. Estaba buscando a alguien robusto, paciente y con buena actitud para el trabajo. Desde luego, no necesitaba besos románticos, bailes a la luz de la luna ni cualquier otro intento por cautivar su corazón...