La sanación de las personas está relacionada no solo con el cuerpo, sino también con el espíritu. Para acceder a él, Gabriela Rodríguez se ha preparado durante décadas con chamanes en distintas partes del mundo, que la han llevado a manejas conocimientos que no están al alcance de todos.
A través del relato del encuentro con sus maestros, la autora nos muestra el camino que la llevó a trabajar en lo inconsciente usando el tarot, la psicomagia y la metagenealogía. Aquí explica como el arte y la creatividad se convierten en instrumentos para que las personas puedan sanar a través de actos simbólicos, y nos enseña que es posible cambiar la información que heredamos de vuestro árbol familiar para superar traumas y acercarnos a la plenitud.
Gabriela Rodríguez -la única discípula chilena de Alejandro Jodorowsky- nos invita a entrar en el "mundo oculto, ese que está detrás de lo visible" y que significó para ella una mutación profunda que le reveló su oficio: "ser una curandera urbana y realizar actor para sanar".
Gabriela Rodríguez estudió Diseño Teatral en la Universidad de Chile. Las lecturas de Jung la llevaron al mundo de lo simbólico. Estudió tarot, astrología, el análisis de los sueños, la mitología, las religiones y más. Su búsqueda la conectó con importantes maestros como Adriana Manríquez en Chile, Alejandro Jahuanchi, un gran chamán de la selva peruana, y Alejandro Jodorowsky, quien sería su "padre espiritual". Durante veinticinco años trabajó y colaboró con él en el ámbito de la psicogenealogía y la psicomagia, a lo que se ha dedicado desde entonces. Realiza talleres grupales y consultas personales tanto en Chile, como Argentina, Perú, México, Italia y España. Además, realiza un proyecto de terapia colectiva que ha llamado PsicoTeatro Mágico, donde, en compañía de actores y colaboradores teatraliza actos psicomágicos para abrir espacios de sanación social.