Estructurado en siete etapas (silencio, luz, agua, montañas, vegetación, animales y alimentos), el libro está destinado a todos, creyentes y no creyentes, porque la Creación es nuestro interlocutor común. Para los creyentes es una guía para la vida personal, eclesial y comunitaria; al mismo tiempo, la Biblia se presenta a los no creyentes como un código para interpretar la vida cultural y vivir en nuestra casa común, la tierra.
Una obra que quiere ser una sólida invitación a la esperanza y al compromiso en tiempos de tribulación.