Estudió Leyes en Ruán y París, pero la guerra franco-prusiana lo condujo a abandonar sus estudios y comenzar una carrera como funcionario público. Los consejos de Gustave Flaubert lo convencieron de dedicarse a la literatura. Su estilo es bello y preciso, y refleja preocupación por el detalle, a la vez que una visión pesimista y angustiosa de la vida.