De la mano de Sarah Orne Jewett, regresamos a Dunnet Landing, el pueblo de la costa de Maine en el que transcurre su novela La tierra de los abetos puntiagudos (Dos Bigotes, 2015). Historias de Dunnet Landing -que incluye los relatos «Una pastora de Dunnet», «La extranjera», «La melliza de la reina» y «La boda de William», nunca antes traducidos al español- nos presenta, de nuevo, un mundo en vías de desaparición, gobernado por las indomables fuerzas de la naturaleza y habitado por mujeres de gran entereza que tejen una sólida red de cuidados y afectos.
Al igual que en La tierra de los abetos puntiagudos, la narradora es una escritora que, huyendo del ajetreo de la gran ciudad, viaja a Dunnet Landing en busca de inspiración. Allí nos descubre una inolvidable galería de personajes femeninos, entre los que se encuentran la señora Todd, quien continúa ofreciendo ungüentos y remedios naturales; Abby, que nació el mismo día y a la misma hora que la reina Victoria y que sueña con pasear junto a ella cogidas de la mano; o Esther, una pastora que cuida de su rebaño de ovejas y de su madre, la anciana señora Hight, fuerte y enérgica a pesar de la enfermedad. Y, al igual que la narradora, conoceremos la desdichada historia de la señora Tolland, una extranjera en la comunidad que se marchó en una noche de tormenta.
Así, entre salientes rocosos, gaviotas, casitas blancas, narcisos y dientes de león, el devenir de la vida en Dunnet Landing permanece inalterable al paso del tiempo, con el estático cortejo de los abetos que dibujan el inconfundible perfil del lugar.