Este libro es fruto de la búsqueda constante de lo irreal, lo incoherente y lo fascinante. Elegantemente, el desquicio y la música de las palabras se encuentran, de manera poco inocente, para mezclar sus colores y cegar a la mismísima oscuridad, desmintiendo los miedos lógicamente ilógicos de lo desconocido, volviendo a la rutina un juego de riesgos reales y nutritivos. El contenido emocional de esta compilación surge del florecimiento de lo que aparentemente empezó siendo un dominante deseo de ser etéreo y de que lo concreto se vuelva una anécdota. ¿El tiempo lo cura todo o el tiempo, locura y todo?