Ruda, romero y lavanda, por ejemplo, limpian por dentro y por fuera tanto a las personas como a las casas, alejando los males y atrayendo la abundancia. Las recetas para conseguirlo son sencillas y directas. Por supuesto, hay hierbas que es mejor no tratar si no es de modo profesional o bajo supervisión, como la belladona, la mandrágora o la ayahuasca, y no porque sean hierbas malignas o del Diablo, sino por sus efectos y su toxicidad.
La magia de las hierbas está al alcance de su mano, aprenda fácilmente a utilizarlas en su favor y bienestar.
Janice Wicka se dedica a buscar las respuestas de los misterios de la vida, la muerte y las propiedades curativas de la naturaleza.