La vida no es como las películas, y Tortuga sabe lo suficiente como para no esperar un final feliz. Después de todo, es 1935, la Gran Depresión. El trabajo, el dinero y hasta los sueños escasean. Así que cuando Tortuga tiene que irse a vivir a Cayo Hueso, Florida, con unos parientes que nunca ha conocido, ni siquiera derrama una lágrima. ¡Florida es un lugar cálido y extraño, lleno de primos, secretos familiares e incluso tesoros enterrados! Casi sin darse cuenta, Tortuga sale del caparazón que se ha pasado la vida construyendo y descubre un mundo mucho más emocionante que cualquier éxito de taquilla de Hollywood.