Un joven español que pasa una temporada en la costa del sur de Francia conoce a una extraña chica, Danielle, que por hipnosis le traslada a un mundo subterráneo del que ella procede, Kirkania. Un mundo en apariencia feliz y muy bien organizado, ajeno a muchos de los problemas de la vida en la superficie de la tierra. Pero a medida que el protagonista va conociendo aquel lugar y a los hombres y mujeres que lo pueblan, comprende que todo es mucho menos idílico de lo que le parecía al comienzo. A partir de estos planteamientos, que están entre la alegoría y la ciencia-ficción, José Luis Olaizola nos cuenta, con su habitual maestría de gran narrador, una fábula singular que incluye, entre bromas y veras, una aguda reflexión sobre el mundo en que vivimos y sus contradicciones.