Se casaron por el bien del hijo que esperaban pero no contaban con enamorarse. La ambición política de Phillip Edgeworth, un viudo millonario, exigía tener esposa, pero no que ella lo quisiera, lo cual estaba muy bien, ya que su corazón pertenecía a la esposa perfecta a la que había perdido. Pero encontrar a una mujer que aceptara su propuesta le estaba resultando difícil, hasta que conoció a Alexandra Meer, una sexy directora financiera a la que no pudo resistirse. Ella no creía en los finales felices, ni siquiera después de la increíble noche que habían pasado juntos. ¡Y se había quedado embarazada! Un matrimonio de conveniencia taparía el escándalo y solucionaría los problemas, siempre que no se enamoraran.