Un día Sebas decide arreglar el jardín. Paula y Marian tienen la esperanza de que esta inesperada iniciativa sea el comienzo de su recuperación. Sin embargo, nuevas tensiones pondrán a prueba a la familia.
Marian no ve con buenos ojos que su marido contrate para la obra del jardín a Khalil, un joven inmigrante marroquí que llegó a España de forma ilegal, dejando atrás un oscuro episodio que no ha confesado a nadie. Es un muchacho trabajador que enseguida congenia con Sebas y que, curiosamente, le hace salir poco a poco de su mutismo.
Además una inesperada carta abre heridas del pasado. En ella se convoca a Paula a la lectura del testamento de su padre biológico, un músico venezolano a quién nunca llegó a conocer. En el despacho del notario la muchacha conoce a Jairo, su hermano venezolano, un joven desagradable, convencido del chavismo, que no acepta repartir la herencia con una hermana cuya existencia desconocía.
La tristeza, la culpa, los secretos del pasado, el rencor, pero también la esperanza y la complicidad se reúnen en esta historia sencilla, donde los personajes se cruzan desvelando sus miedos, sus inquietudes y sus sombras.