Quizá escrita por el Diablo, el único capaz de acariciar ciertos rincones oscuros del lector, es una novela negra en estado impuro, sucia y lírica, mágica y estupefaciente. La balada de los miserables es una narración ácida, cargada de impactos dignos de la mejor novela negra. Malvar nos enseña un Madrid algo podrido que atrae a los lectores como a moscas que buscan saciarse de humanidad y humor; nos cuenta una historia trágica con un estilo vivo, ágil e impecable y, por supuesto, cargado de un humor negro, oscuro e hiriente.