El libro nos habla de una nueva filosofía de gobierno de las ciudades que tiene como referencia a los niños y las niñas, con la seguridad de que una ciudad sensible a las necesidades de la infancia será mejor para todos. La obra recupera las partes de la Convención de los Derechos del Niño de 1989 que reconocen la ciudadanía plena de los niños y propone líneas de actuación. Niños y niñas se convierten, de este modo, en el paradigma de las diversidades y representan a todos los excluidos de las decisiones y del poder. En la actualidad, más de doscientas ciudades en España, Italia, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, Chile y Líbano se han sumado a este proyecto.