La hija de Jezabel (1880) enfrenta a dos viudas tenaces y poco convencionales, las dos capaces de vencer cualquier obstáculo con tal de cumplir su objetivo. Wilkie Collins alterna las comodidades de la casa burguesa con los horrores del manicomio o de la morgue en una novela excéntrica, llena de suspense y de veneno, que no duda en cruzar fronteras.
Wilkie Collins ha introducido en la literatura el más misterioso de los misterios, el misterio que ocurre puertas adentro. Henry James
Wilkie Collins, hijo del paisajista William Collins, nació en Londres en 1824. Fue aprendiz en una compañía de comercio de té, estudió Derecho, hizo sus pinitos como pintor y actor, y antes de conocer a Charles Dickens en 1851, había publicado ya una biografía de su padre, Memoirs of the Life of William Collins, Esq., R. A. (1848), una novela histórica, Antonina (1850), y un libro de viajes, Rambles Beyond Railways (1851). Pero el encuentro con Dickens fue decisivo para la trayectoria literaria de ambos. Basil (ALBA CLÁSICA núm. VI; ALBA MÍNUS núm.) inició en 1852 una serie de novelas «sensacionales», llenas de misterio y violencia pero siempre dentro de un entorno de clase media, que, con su técnica brillante y su compleja estructura, sentaron las bases del moderno relato detectivesco y obtuvieron en seguida una gran repercusión: La dama de blanco (1860), Armadale (1862) o La Piedra Lunar (1868) fueron tan aplaudidas como imitadas. Sin nombre (1862; ALBA CLÁSICA núm. XVII; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XI) y Marido y mujer (1870; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XVI; ALBA MÍNUS núm.), también de este período, están escritas sin embargo con otras pautas, y sus heroínas son mujeres dramáticamente condicionadas por una arbitraria, aunque real, situación legal. En la década de 1870, Collins ensayó temas y formas nuevos: La pobre señorita Finch (1871-1872; ALBA CLÁSICA núm. XXVI; ALBA MÍNUS núm 5.) es un buen ejemplo de esta época. El novelista murió en Londres en 1889, después de una larga carrera de éxitos.
Catalina Martínez Muñoz (Madrid, 1961) es traductora literaria de autores como Wilkie Collins, Joseph Conrad, Thomas Hardy, Rudyard Kipling, Henry James, R. L. Stevenson, Edith Wharton o Virginia Woolf.