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La historia de esta pareja es bastante sencilla pero no por ello menos hermosa. Después de dos años de viudez Phoebe llega a Eversby Priory para la boda de su hermano, no se siente cómoda ni preparada para su vuelta a la sociedad, pues aún llora la ausencia de su marido. Durante su estancia conocerá al primo de la novia, West Ravenel, el hombre que de niño martirizó en el colegio a su difunto marido, y la opinión preconcebida que tenía sobre él marcará el inicio de la relación, aunque poco a poco irá cambiando su opinión sobre él al ir conocerlo. Durante su estancia la atracción mutua va subiendo de intensidad hasta el momento de su marcha en el que ambos deben separarse. Unos meses más tarde Phoebe recurrirá a West en busca de ayuda y decidida a no dejarlo escapar esta vez. Phoebe es la hija de Evie y Sebastian protagonistas de El diablo en invierno, la tercera entrega de Las Wallflowers y hermana de Gabriel, el prometido de Pandora (El diablo en primavera). Aun sin conocerlo Phoebe tiene una opinión formada sobre West Ravenel y lo detesta por lo que hizo sufrir a Henry cuando era un niño y por todo lo que este le contaba sobre él en las cartas que le enviaba desde el internado. West se prenda de Phoebe en cuanto la conoce pero sabe que un hombre como él no tiene ninguna posibilidad con ella, ya que la hija de un duque no está ni por asomo cerca de sus posibilidades. Además se considera que no está a la altura y es indigno de poder establecer una relación con ella dado su pasado, este le pesa y no quiere ser motivo de vergüenza y dolor para Phoebe y sus hijos. Por lo que intentará mantener sus sentimientos ocultos para todos, incluso negándoselos a él mismo. Ya poco queda de aquel libertino borracho con sobrepeso que conocimos en el primer libro. West ha madurado y ha cambiado de vida, ha sustituido los excesos que antaño llenaban sus días por trabajo duro, algo de lo que se siente muy orgulloso. Ha aprendido a administrar la finca ayudando a su hermano a salvarla del desastre. West es un hombre con ideas firmes y claras, y las expresa de una forma directa que a Phoebe le parece poco cortés y caballerosa. Aunque en el fondo esas opiniones le hacen replantearse lo poco implicada que está en la gestión de las propiedades y la herencia de su hijo Justin, por lo que decide hacer algo al respecto. Pero tampoco lo tendrá fácil, ya que la familia de su marido considera que una mujer no es lo suficientemente inteligente y capaz para realizar tan ardua tarea, por lo que pasado un tiempo recurrirá a West el cuál se ganó su confianza durante su estancia en Eversby Priory. Ya desde el primer libro se puede apreciar que el personaje de West tiene mucho que contar y aportar y que es un personaje del que te vas a ir enamorando libro a libro aunque aparezca como secundario y esperar impaciente a que le toque el turno a su historia y puedo decir que en esta historia no me ha decepcionado. La pareja tiene una química increíble cuando están juntos y la evolución en ambos personajes es notable. Cronológicamente la trama se sitúa durante la boda de Pandora en El diablo en primavera, y poco tiempo después de lo ocurrido en Como dos extraños, el cuarto libro de la serie. La seria portada rompe un poco con la estética alegre y colorida que caracterizaba las anteriores entregas. La trama se desarrolla lentamente, en algunos momentos demasiado para mí gusto, con una historia sencilla sin demasiados giros argumentales, pero eso no le quita lo dulce y bonito que tiene la relación de estos personajes. En La hija del diablo nos encontramos una historia de perdón, aceptación y segundas oportunidades que seguro disfrutarás, yo desde luego lo he disfrutado mucho y espero poder seguir disfrutando de los libros que me faltan de esta y el resto de series de la autora muy pronto.
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