El vecino de al lado Eve Easton tenía una especial precaución con los vecinos porque su exmarido se había marchado con la vecina de al lado. Se había mudado a otra ciudad, en otro estado… solo para descubrir que su vecino era la segunda víctima del fiasco: el agente del FBI Derek Roland, el alto, moreno y apuesto exmarido de la mujer por la que su ex la había dejado. En lo que se refería a los vecinos, su intención era alejarse todo lo posible, pero en aquel caso no le resultaba fácil respetar esas normas y, aparentemente, a Derek le pasaba lo mismo. Paradójicamente, los dos habían viajado kilómetros y kilómetros para encontrar lo que estaban buscando justo en la casa de al lado.