Tercero de la serie. Como jeque de Kharastan, Malik tenía muchas responsabilidades y poco tiempo para distracciones, ¡especialmente las femeninas! Pero cuando la joven inglesa que estaba a su cuidado anunció que se marchaba a descubrir los placeres occidentales, Malik supo que debía hacer algo. Si Sorrel quería aprender el arte de la seducción, ¡sería él quien se lo enseñara!Malik deseaba a Sorrel con todas sus fuerzas, pero no iba a deshonrarla. Como jeque, debía casarse con una mujer pura… Quizá fuera la excusa perfecta para convertir a Sorrel en su reina virgen.