Segunda novela de la saga de los «Hermanos Carsington».
Rupert Carsington es una fuente de quebraderos de cabeza para su noble familia. Irresistiblemente guapo, aterradoramente masculino e irreparablemente temerario, los problemas crecen allá donde va. Con todo, jamás se ha metido en un enredo del que no pudiera salir... Hasta ahora.
Se encuentra en Egipto, desamparado en una infame mazmorra de El Cairo, y su única manera de salir es aceptar la peligrosa propuesta de una inteligente, bella e inflexible viuda. Dafne Pembroke necesita a alguien que la proteja mientras intenta descubrir el paradero de su hermano, que ha sido secuestrado. Y, aunque alberga serias dudas respecto al señor Carsington, no tendrá más remedio que confiar en este jovial e indisciplinado aristócrata que le han recomendado en el consulado británico.
Han cerrado un trato estrictamente profesional: ella será el cerebro y él pondrá los músculos. Fácil en teoría pero, quizá sea por el calor abrasador del desierto, las tensiones afloran y las vergüenzas se pierden...
Nunca había sido tan difícil descifrar los jeroglíficos de la pasión.