Ella es mía... ¿pero su inocencia hará que me cuestione todas mis reglas? Yo nunca había deseado nada tanto como a la heredera Imogen Fitzalan. Me casé con ella para asegurar mi imperio, pero mi inocente esposa despertó en mí un innegable deseo. Un deseo tan abrasador no había entrado en mis planes, y sin embargo ahora tenía un nuevo objetivo: despojarla de su obediencia para reemplazarla con una feroz pasión que rivalizara con la mía...