Waldo necesita despejar sus dudas y dejar claras ciertas cosas. Su sensibilidad y manera de ser le hacen parecer ambiguo, cosa que le lleva a establecer nada más que una fuerte amistad con las mujeres, y ninguna relación sentimental. Piensa que la raíz del problema proviene de una anomalía química en su cuerpo y busca solución.
Úrsula es una brillante y misteriosa científica que, antes de proporcionarle las sustancias adecuadas, le dice que ha de completar ocho directrices básicas. Solo si las consigue superar será apto para someterse al experimento químico en el que trabaja desde hace tiempo.
Se trata de una potente hormona hasta ahora probada con bastante éxito únicamente en insectos, monos y ratas.
Mónica García nace en Granada en 1969 y reside junto a su familia en Marbella. Estudia la carrera de veterinaria en Córdoba y ejerce la profesión en su ciudad. En el año 2010 comienza a introducir las terapias alternativas en el ejercicio de su profesión, corriente de la que también se ven influenciadas sus obras.