Todos querríamos tener una armadura que nos proteja del dolor. Pero uno levanta una pared para protegerse de lo que viene de afuera y al final descubre que se ha quedado encerrado.
Kamchatka es la última palabra que Harry escucha de labios de su padre. Aquel territorio fantástico e inaccesible, poblado de osos salvajes y con picos nevados envueltos en nubes de azufre, será el refugio donde ese chico de diez años se ocultará para curar sus heridas, para resistir. Para Harry, Kamchatka será su Avalón.
De la mano de un niño obligado a contemplar el lado oscuro de la realidad, Marcelo Figueras nos lleva a recorrer el capítulo más aciago de nuestro pasado reciente. Este relato, poblado de personajes tiernos, cercanos y llenos de humor, es también una aventura: la de asomarse sobre el horizonte y descubrir que ninguna historia desaparece, simplemente cambia el género.
Reseña:
«Tiene Kamchatka rasgos de obra maestra [...]. Es un tierno, severo y conmovedor poema elegíaco que, bajo la intensidad de sus silencios de paredes adentro, esconde el seco golpe de ruido y de furia de una tragedia colectiva de proporciones inabarcables
Ángel Fernández-Santos. El País, de Madrid
Marcelo Figueras (Buenos Aires, 1962) es un periodista y escritor argentino, autor de relatos cortos y novelas.
Se inició en el periodismo trabajando para diversos periódicos y revistas tales como Clarín, El Periodista o Humor. Fue director de la revista mensual Caín, y ha colaborado en prensa española como El País. Compagina su labor literaria con la de guionista cinematográfico ( Plata quemada, Kamchatka, Peligrosa obsesión, Rosario Tijeras y Las viudas de los jueves). Algunos de sus relatos fueron publicados en antologías como La selección argentina.
En 1992 publicó su primera novela: El muchacho peronista. Luego vinieron otras, como Kamchatka (2003), finalista en el IFFP (el premio más importante que los ingleses conceden a un escritor de otra lengua) y ganadora del Valle-Inclán Prize, La batalla del calentamiento (2006) o Aquarium (2009).
No es el clásico escritor que sólo se siente cómodo en la quietud silenciosa de las bibliotecas, también le gusta la adrenalina. Trabajó para la revista española Planeta Humano y en Israel cubrió el conflicto palestino como corresponsal de guerra.
Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas.