Traducción de Silvia Alemany Vilalta
Introducción de Alberto Manguel
En el verano de 1816, el poeta Percy B. Shelley y su esposa Mary se reunieron con Lord Byron y su médico en una villa a orillas del lago Leman. A instancias de Lord Byron y para animar una velada tormentosa, decidieron que cada uno inventaría una historia de fantasmas. La más callada y reservada, Mary Shelley, dio vida así a quien sería su personaje más famoso: el doctor Frankenstein. Al cabo de un año completaría la novela.
La historia es de todos conocida: un científico decide crear una criatura con vida propia a la que luego rechaza. Metáfora sobre la vida, la libertad y el amor, Frankenstein o el moderno Prometeo es una maravillosa fábula con todos los ingredientes de los grandes mitos, un gran clásico que ahora recuperamos con una nueva traducción y precedido de un espléndido estudio de Alberto Manguel sobre la influencia del mito en el imaginario del cine.
Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851) fue la única hija de William Godwin y Mary Wollstonecraft Godwin, dos pensadores progresistas que se encargaron de introducirla en los ambientes intelectuales. Con apenas catorce años, conoció al joven poeta Percy Bysshe Shelley y huyó con él a Francia. Convivieron por algún tiempo y cuando se suicidó la primera esposa del poeta, se casaron. El matrimonio, que duró ocho años, vivió en distintos países y formó parte del círculo de poetas románticos que frecuentaba lord Byron. A los veintiún años, Mary Shelley publicó su primera novela, Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), que obtuvo un gran éxito. También es autora de las novelas Lodore (1835), Falkner (1837) y la futurista El último hombre (1826), que escenifica el fin de la civilización en el siglo XXI.