Después de dos largos años, Sam Wyatt volvió a casa. Tenía grandes planes para la estación de esquí de su familia, pero antes debía enfrentarse a todos a los que había dejado atrás, incluida su exmujer, a la que siempre había tenido presente.
Lacy acababa de recuperarse del abandono de Sam y, de repente, este se convirtió en su jefe. Le era imposible trabajar con él y no volver a enamorarse, pero cuando descubrió los verdaderos motivos por los que Sam la seducía supo que no podría perdonarlo… ni siquiera con un inesperado embarazo de por medio.