Memorias. Tomo 1 1961-1988
Kuhusu kitabu pepe hiki
Alfonso Espinosa de los Monteros ha vivido la historia de Ecuador de las últimas seis décadas detrás de un micrófono y frente a una cámara. Ha tenido la responsabilidad y el privilegio de relatarle al país los acontecimientos que han forjado el mundo en que vivimos, y ahora ha decidido compartir sus apreciaciones sobre estos años de dedicación en dos tomos de memorias. Acontecimientos personales, los hechos más turbulentos de la historia social y política de Ecuador y los hitos modernos que han marcado la sociedad mundial se entrelazan en estas páginas en una narración tan apasionante como enriquecedora.
Este primer tomo empieza con la huelga nacional de 1961 en la que murió un profesor del joven Alfonso y termina con la desaparición de los hermanos Restrepo a manos de la Policía Nacional en 1988. Pasa por el auge del socialismo en el mundo entero y su influencia en la política ecuatoriana, la llegada de la televisión al Ecuador y el surgimiento de Canal 2 de Guayaquil donde comenzó Alfonso su carrera en el medio, la tensión entre libertad de prensa y dictadura en toda América Latina, las vicisitudes de la democracia ecuatoriana y sus líderes políticos, entre otros. Leer estas memorias es conocer, de la mano de un presentador de noticias, investigador y testigo, los hechos que más impacto han tenido en la historia de Ecuador.
Ukadiriaji na maoni
Kuhusu mwandishi
Alfonso Espinosa de los Monteros es el pionero del periodismo televisado en Ecuador. Empezó el 1 de marzo de 1967 como conductor de noticias de Ecuavisa y allí ha permanecido durante casi cincuenta años. Es reconocido en el Guinness World Records como la persona de mayor permanencia en la pantalla, en el mismo programa, en la misma cadena y en el mismo horario. Su carrera de comunicador empezó en la radio en 1958, cuando era estudiante de secundaria. Fue director de Noticias de Ecuavisa por treinta y cinco años y actualmente es vicepresidente de Noticias. Goza de una alta credibilidad y su larga permanencia en la pantalla se debe a la confianza que le tiene el público. Es un defensor permanente de la libertad de expresión y de prensa, por ello ha recibido el respaldo del público en toda circunstancia. Fue condecorado en 1992 por el Gobierno Nacional cuando cumplió veinticinco años de actividad y posee muchos reconocimientos institucionales.
